Después de detener el apocalipsis, salvar a su aquelarre y dejar una versión de sí misma para reclamar el trono del infierno, Sabrina Spellman está de regreso para una cuarta y última temporada. En ocasión tendrá que enfrentarse a los Eldritch Terrors.
La magia que me cautivó en la primera temporada de El mundo oculto de Sabrina, pareció abandonar las temporadas siguientes. Por lo cual, tenía muy bajas expectativas para el final. Esperaba, que siendo la última oportunidad de redención, la Parte 4 de CAOS regresara a sus raíces. Ciertamente, estaba equivocada.
Desde el inicio nos enfrentamos al primero de los eldritch terrors, en la forma de lo que parecen mineros en medio de una guerra nuclear. La representación muy bien podrá ser correcta. Sin embargo, las máscaras me dieron una vibra de estar en medio de Chernobyl que no pude sacudir. Si bien fue un poco extraño, bastante on brand, realmente lo disfruté. Me gusta cuando los escritores hacen uso de esos tipos de devices que toman inspiración de la propia historia de Greendale, ya que ayuda a mantener el show grounded.
En cuanto a Sabrina, ahora que Nick y ella no estaban juntos y todos amigos parecían más interesados en sus propia relaciones romántica, ella se sentía sola. En vez de tratar la situación de una forma madura utilizando una apropiada comunicación, decide crear una emergencia fantasmal falsa. Para empeorar la situación, hace uso de la conocida leyenda urbana de Bloody Mary. Hubiera pensando que inclusive en el mundo fiction de CAOS, esta sería una famosa historia, pero no. Es un plot device tan débil, incluso infantil, que me dio vergüenza ajena por los escritores.
Lo que sí me gustó, es la idea de las dos Sabrina y el hecho de que Ambrose entiende las consecuencias que podrían causar si interactúan. Es un tema difícil de tocar en ficción, pero sin duda muy interesante.
Mientras Darkness fue el primero de los terrores, el Uninvited es el segundo, quien me recuerda a uno de los jinetes del apocalipsis (pestilencia). El plan de Sabrina para lidiar con él dejándole saber que ella también se siente sola y que deberían casarse es estúpido y sin sentido. Lo que como espectadores debemos creer es una terrible entidad, cae por completo en la trapa. Todo el encanto oscuro que la serie tuvo en su primera temporada diluido hasta el punto de la inexistencia.
El problema con CAOS es que intenta ser muy serio y demasiado graciosa al mismo tiempo, y no establece un verdadero sentimiento o vibra. Muchas cosas son demasiadas ridículas y no tienen sentido, provocando que el show no sea entretenido.
Una de las cosas que me hizo perder la fe en la serie, es la integración de canciones en sus episodios a lá Riverdale (la cual dejé de ver a mitad de la tercera temporada). Lo que yo esperaba de Sabrina, era un programa oscuro, con cierto toque cómico, sobre brujas, demonios y magia no Grease. Que cada episodio tenga un número musical es tedioso. Y aún cuando hacen el intento de que encaje con la historia, la trama puede progresar fácilmente sin ellos.
Ocasionalmente me gusta cuando una obra de ficción es self-aware, pero siento que los escritores de CAOS intentan demasiado, así que cuando Nick Scratch le dice a Sabrina “we’re endgame” simplemente es como una abuela tratando de ser trendy.
El comienzo de la segunda parte de la temporada es lo que estaba esperando, el tipo de CAOS que me gusta oscuro, gracioso y caótico.
Mi episodio favorito es el quinto, la idea de los tres reinos (mortal, celestial e infernal) fundiéndose es una idea fascinante. No obstante, es una vez más arruinado con un número musical. Personalmente no me gustan las voces sobre-producidas. Sí, quizás los actores por cuenta son buenos cantante, pero la interpretación de las canciones en la serie no son buenas.
Esto es lo que no me gusta de los escritores. En el sexto episodio los personajes que conocemos tienen que enfrentarse al regreso de aquellos seres queridos que han muerto. Sabrina entiende completamente que no deben perturbar a los muertos, pero aún así de manera egoísta decide decirle a su padre que ella es su hija, que su esposa ha muerto y que él ha sido traído devuelta de la muerte. Parece que cada vez que Sabrina ha aprendido su lección, todo el desarrollo de su personaje es tirado directamente a la basura.
Toda la idea del episodio siete es inspirada de Supernatural, cuando Dean y Sam viajan a otra dimensión donde se encuentran con nuestra realidad y descubren que su vida es una serie televisiva. Ciertamente, fue un episodio interesante y no tuve demasiadas quejas. Sin embargo, cuando Sabrina Morningstar regresa a la dimensión original y muere me sentí traicionada. Realmente estaba encantada con esa versión de Sabrina; no puedo entender como no le dijeron a Lucifer lo que ocurrió y como él dice que Spellman no es su hija. Después de todo, ¿no es Sabrina Spellman la original?
Honestamente, Parte 4 fue toda una montaña rusa con un final bastante decepcionante. Puedo aceptar que Sabrina tuviera que perecer, pero no puedo estar de acuerdo con que Nicholas Scratch tuviera que morir para estar finalmente con ella. No puedo romantizar el suicidio, y no puedo creer que los escritores decidieran seguir esa ruta.
En resumidas cuentas, Chilling Aventures of Sabrina es un serie que inicia con el pie correcto. En su primera temporad demuestra tener la capacidad para desarollar su historia exitosamente, pero poco a poco pierde su encanto dejándonos con un pésimo final.
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