Reseña | Shadow and Bone

martes, 27 de abril de 2021

 


Cuando Netflix anunció que estaría estrenando una adaptación de la afamada novela Shadow and Bone por Leigh Bardugo, aún cuando en ese momento no había leído los libros, me emocioné. Me gusta cuando obras literarias son adaptadas a la pantalla, ya que es una oportunidad para que una nueva audiencia conozca la historia.

 

Shadow and Bone sigue a Alina Starkov una cartógrafa en el Primer Ejército, que tras adentrarse en la Sombra (Una barrera de oscuridad que divide a la nación de Ravka) descubre que es una grisha (humanos con habilidades especiales).

 

En cierto modo, es la típica historia del Elegido, ya que Alina no es solo una grisha sino una Sun Summoner, la única capaz de deshacerse de la Sombra de una vez por todas. Es un personaje decente que lo único que quiere es estar junto a su mejor amigo Mal, con quien creció en el orfanato.  A medida que va creciendo dentro de su papel como la Sun Summoner, comenzamos a ver que como protagonista no hay mucho que destaque sobre ella. Siento que en general es un poco insípida, quizás debido a la manera superficial en la que la serie toca sus pensamientos y emociones.

 

Su relación con el General Kirigan, interpretado por Ben Barnes, no tiene el mismo desarrollo que en el libro. El interés romántico que se supone sientan el uno por el otro se sintió apresurado y de la nada, cuando en la novela se desarrolla de manera más orgánica y es la razón principal por la que al final la traición de Kirigan nos sorprende. Es como Bardugo al principio nos da una clave de que él podría ser uno de los malos, pero a través de las páginas nos hace cambiar de parecer, lo que hace al personaje tan genial. No obstante, la interpretación de Barnes es asombrosa, puesto que le otorga al personaje tal intensidad que lo hace dominar cada escena.  

 

Al otro lado de la Sombra, un grupo distinto de personajes está planeando el secuestro de Alina. Sorprendentemente la trama que envuelve a Kaz, Inej y Jesper es quizás la parte más atractiva del show. Especialmente, considerando que no son parte de la trilogía original sino de la secuela, Seis de Cuervos. Los creadores de la serie decidieron fusionar ambas historias dentro de una sola, por lo cual muchos aspectos son originales. Creo que este trío ofrece un tipo de interacción muy diferente, y sus personalidades son tan distintivas y divertidas de ver. No son los típicos buenos de la historia y sus motivaciones son un tanto egoístas y codiciosas, lo que los hace sentir más reales que el resto de los personajes.

 

Una de las cosas que más disfrute a través de la serie es su estética, el tono de la imagen, el uso de colores y su simbolismo. Una de mis escena favoritas es cuando en el cuarto episodio Alina y Kirigan están en la sala de guerra y ella se va. Separados por una puerta, el General se queda en la habitación oscura su rostro cubierto por las sombras, mientras ella esta frente a paredes blancas y su rostro es iluminado. Esto no solo representa sus poderes, luz y sombra, pero quienes son como personas, el bien y el mal.

 

Si bien la serie no es perfecta, y cambia mucho respecto a los libros, creo que tiene potencial.  Eric Heisserer (showrunner) demuestra que entiende a los personajes, la historia y el mundo creado por Leigh Bardugo. Estoy segura de que las próximas temporadas traerán una trama refinada y mejor desarrollo en sus personajes. 

1 comentario

  1. Estoy de acuerdo! Me encanto tanto la serie que pienso comprarme los libros🥰

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