Nunca he sido gran fan de juegos de luchas, pero recuerdo jugar Mortal Kombat cuando niña con mi hermano y mis primos. Los terribles fatalities, la sangre y los icónicos atuendos de sus personajes no es realmente lo que me atrajo a estos juegos. En aquel entonces, era el único juego en el que tenía la posibilidad de ganar presionando botones aleatoriamente. Es por eso que cuando me enteré de que un reboot estaría disponible en HBO Max tuve que verlo.
No recuerdo haber visto las películas originales, así que al ver este filme no tenía otro punto de referencia más que mi poco conocimiento de los juegos. La realidad es que la vi con los ojos de quien ve una pieza original, no una película basada en videojuegos. Y desde esa perspectiva, Mortal Kombat deja mucho que desear.
Para aquellos que son super fan de los videojuegos probablemente disfruten los primeros siete minutos, con la introducción de quienes serán Sub-Zero y Scorpion. La película intenta establecer un trasfondo para la inclusión de un nuevo personaje, Cole Young. Creo que el guión no nos da la oportunidad para dudar del linaje de Young, es obvio desde un principio que es el descendiente de Hanzo Hashashi (Scorpion), quien muere a manos de Sub-Zero.
Es una película con un ritmo rápido, la trama y sus escenas corren a una velocidad que hace que sea difícil seguir lo que ocurriendo. Hubo muchos momentos dónde no entendí lo que estaba pasando, así que desconozco muchos aspectos de la historia. Creo que la esencia de la película es transmitida, ciertos individuos son seleccionados como luchadores para proteger el Earthrealm (El reino de la tierra). Sin embargos, los detalles de porqué esta lucha conocida como Mortal Kombat tiene que dar lugar, pasaron a través de mí como si nunca se dijeron.
Mortal Kombat es una película violenta con escenas de luchas bien coreografiadas y mucha sangre. En ese aspecto hace excelente homenaje a los videojuegos, especialmente con la inclusión de los fatalities. En mi opinión, confiaron mucho en estos elementos para hacer un buen filme, ya que carece de una buena trama, un buen ritmo e incluso unos buenos diálogos.
Una de las cosas que realmente dejó mucho que de desear fueron las interacciones entre los personajes. Cuando no estaban peleando todo se sentía muy forzado. La actuación de Lewis Tan (Cole Young) fue de las menos naturales del elenco, mientras muchas de sus líneas eran poco auténticas, su entrega tampoco fue buena. Una de los personajes que más me gusto fue el de Kano, a quien encontré gracioso y refrescante dentro de la película.
Al final, Mortal Kombat intenta capitalizar en la nostalgia de los fanáticos de la franquicia. Cualquier que haya jugado los juegos encontrará algo que disfrutar en la película. Sin embargo, quienes buscan una buena trama y personajes bien desarrollados quedarán decepcionados.
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