Reseña | Fate: The Winx Saga

lunes, 25 de enero de 2021

 


Soy la primera en admitir que me gusta Netflix. Disfruto de su formato y mucho de su contenido. Sin embargo, soy capaz admitir que no tiene un buen récord cuando se trata de adaptaciones. La más reciente, uno de los programas favoritos de mi niñez, Fate: The Winx Saga.

 

Cuando me enteré de que estarían realizando una adaptación de Winx Club me emocioné. No solo porque es parte de mi infancia, sino porque no veo muchas series sobre hadas en la televisión. No obstante, siendo una adaptación de Netflix, el brillo y los colores que caracterizaron a la serie animada fueron reemplazados por una atmósfera oscura y edgy. Me encanta una temática oscura como a cualquier otra chica que creció entre películas de vampiros. Sin embargo, no solo estamos hablando de hadas, estamos hablando de Winx Club.

 

Sabía que por encima de cualquier noción preconcebida, iba darle una oportunidad y verla.

 

Y lo hice. Permítanme decirles que hubiera preferido ocupar esas cinco horas continuando mi maratón de Criminal Minds.

 


Fate: The Winx Saga sigue a Bloom una joven criada en la tierra, quien tras descubrir que es un hada de fuego, decide asistir al Colegio Alfea para aprender a controlar sus poderes. Allí el misterio de su pasado la lleva a descubrir oscuros secretos, mientras unas extrañas criaturas que se creían destruidas han regresado.

 

Fate: The Winx Saga hace uso de cualquier tropa adolescente a su disposición. Es la típica serie sobrenatural con protagonistas adolescente. No me malinterpreten, me gustan los dramas adolescentes. El problema es que Fate es supuestamente una adaptación de Winx Club. Y apenas rinde homenaje a su material original, cambia personajes y puntos de la trama, ¿para qué?

 

Uno de los principales cambios que noté fue Sky, quien en la serie es un príncipe. En Fate su padre es un héroe de guerra, y él es ex-novio de Stella. En vez de seguir la línea del material original, Netflix decide entregarnos un triángulo amoroso ciertamente innecesario. Puedo entender lo que los escritores intenta.

 

La relación co-dependiente entre Stella y Sky, dos jóvenes que intentan estar a la altura del legado de sus padres, nos permite ver más allá de la fachada que han de poner ante el resto del mundo. Sin embargo, dicha relación no tenía porque ser romántica. Los espectadores podríamos haber tenido el mismo emotional investment sin el romance. Por el contrario, una amistad entre dos personas que se entienden mutuamente hubiera sido más interesante. Especialmente cuando cuando Sky evidentemente inicia una relación Bloom, quien se convierte en amiga de Stella.

 

Quizás estoy equivocada. No he visto Winx Club en años, pero con honestidad puedo decir que la adaptación de Netflix no es buena. Es muy corta, apresura la trama y hace poco o ningún esfuerzo por darnos personajes bien desarrollados.

 

Tal vez tengamos una segunda temporada, y probablemente intenten resolver todo lo que estuvo mal con la primera. Y tal vez, puedan salvar la serie. Sin embargo, pienso realmente que, si logran sacar una segunda temporada, ese será el final de esta adaptación.

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